30 marzo 2007

Ellos, los otros...

Me pregunto qué estará viendo David con ese perfil tan serio, con tan intensa mirada.
Pero en verdad me pregunto qué piensan los hombres... así como ellos se preguntan por nosotras. Como intento de antropológa que soy, me tiene sumamente intrigada. Como poder llevar una relación amena con ellos si me cuesta tanto trabajo comprenderlos? El respeto ya lo tienen de mi parte, algo fundamental para entender al otro, pero con eso no me vasta. ¿Será que en verdad los respeto o es que se alberga en el inconsciente una variada y extensa gama de reclamos y enojos ante estos otros?. Los padres, los tíos, los hermanos, los novios, los amantes, los maridos, los amigos, los otros... esos especímenes humanos que no sufren revoluciones hormonales una vez al mes con cada regla. Los hombres.
A ver, no es mi intención atrincherarme y tomar las armas en contra de ellos, todo lo contrario. Es este intento desesperado de mi parte por entenderlos.
Sin duda con los tiempos las relaciones entre ellos y nosotras han cambiado, nosotras hemos cambiado nuestros roles, hemos adoptado más roles de los que ya teníamos, como si no tuvieramos bastante, porque nos vendieron el slogan de que podemos hacer todo y de todo. ( y la verdad es que no se puede hacer todo y de todo, todo el tiempo)
¿O será que no han logrado superar nuestro avance a paso firme sobre cuestiones que sólo les correspondían a ellos?
Por ejemplo el cortejo, el trabajo asalariado, las tomas de decisiones de alto nivel, el control de las políticas de salud, el control sobre nuestro propio cuerpo, qué se yo. No logro encontrar el modo de ir entendiéndolos. Son más complejos de lo que pensaba. Son tan distantes de mi manera de ver... de mi femeneidad. Y ahi hay otro punto importante a tratar, no estaremos nosotras perdiendo la femeneidad con tanto logro? No confundamos, no digo que debamos regresar a encerrarnos en las casas a procrear hijos y limpiar todo el día, todo lo contrario. Pero ¿no estaremos, en haras de conseguir toda esta equidad tan necesitada y justa ,haciéndolo de un modo más masculino que femenino? No será que tanta confianza en nosotras les haga recular porque estamos quitándole sentido a su concepción de lo que los hombres deben de hacer y lo que deben de hacer las mujeres? Por ejemplo, si una chica invita a salir a un chico, no se "ofende" por decirlo de alguna manera, este chico al ser ella la que toma la inciativa. Yo sé de muchos que (no creo que se hayan ofendido, pero si sorprendido) de estas situaciones y ante el desconcierto del cambio de roles reculan.
No sé ustedes chicas, pero por más que intento vivo descubriendo cosas de ellos, los otros, los hombres... e imagino que seguiré igual por mucho tiempo. Imagino que ellos también pensaran los mismo de nosotras.
Mientras sigo mirando embelesada este modelo de cuerpo que Miguel Angel esculpió con manos divinas, sin duda uno de los cuerpos masculinos más hermosos que he visto. Lo bueno es que la perfección de su fisonomía es sólo de marmol, y la perfección carece de sorpresas inesperadas y el marmol es frio y duro. Por eso prefiero los imperfectos, inesperados y sorpresivos hombres de carne y hueso, suaves y tibios al tacto.

I

2 comentarios:

Carlos dijo...

Entrele con pasión, de lo mejor de usted y vera como todo sale bien.

Tambien gracias por estas palabras!!!!! En serio inclinarion la balanza!!!!!

Carlos dijo...

oye

respecto a los hombres


no te los tomes en serio, la mayoria son solamente unos patanes

Besos!!!