23 abril 2008

Desahogo normalista

La maternidad es de las cosas mas gratificantes que tiene la vida. Hasta cierto punto. Y quien diga lo contrario miente! a menos que te tenga un hijo perfecto, y pues eso no es del todo posible tampoco, ergo miente.

El punto es que una se pone el vestido de la maternidad y empieza andar en el sinuoso camino que llevan los años y sus consecutivo desarrollo psicomotor emocional. Mientras no van a la escuela una bien que mal, mal que bien, va pasando los obstáculos uno a uno con alguna que otra complicación pero los pasa.

Cuando estan en edad de entrar a la institucionalidad jeje, es AHÍ cuando se topa con los problemas mayúsculos: las maestras!!!!

Cuando era chica me emputaba que mi vieja se la pasara despotricando contra las maestras. Me sulfuraba oirla decir que apenas si trabajaban 4 horas diarias. Ahora mas vieja yo, no termino por compartir esa actitud de mi madre para con las educadoras peroooo entiendo mucho mejor el panorama.

He tenido la mala suerte de toparme con energúmenas docentes incapeces de reconocer sus errores y mucho menos aún intentar corregirlos. Pero lo peor de todo es el descaro con el que suelen achacarle su ineptitud a los niños que como el mio tienen alguna que otra problemática menor. Y digo menor porque no estamos hablando de autismo o esquizofrenia infantil.
El discurso de la educación activa, comprometida, personalizada, se va por el caño cuando sus reacciones son regidas por la ley del mínimo esfuerzo, el dogma de que los padres somos lo peor que le puede suceder a un niño y la tesis de que terapiarlo 3 veces a la semana es la solución a su huevones, ineptitud y arrogancia.

Y ya esta. Tenía que decirlo en algún lado antes de explotar

Para compensar, va esta radiografia de la docencia de ayer y hoy. Salú.



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