La toma de decisiones requiere de un esfuerzo considerable. Es directamente proporcional a la magnitud de consecuencias que esta decisión tendrá en uno y en los demás. Se necesita de una fuerza de voluntad inigualable. De entereza...
A mitad de camino puede toparse con significativas piedras que hagan repensar la resolución del dilema. Un tire y afloje de intenciones, puntos de vista, y cosas similares.
Es cuando se hace imperiosa la necesidad de una fuerza externa que no permita la seducción de los obstáculos, cuando se debe hacer oidos sordos a la dulce voz de la rendición.
Mantenerse en pro del objetivo final... no perderlo de vista ni por un segundo.
El problema, ¿siempre hay un problema?, es que no siempre poseemos esa entereza, esa tenacidad. Y de repente sentimos como todo esa convicción se va derritiendo, se pierde de vista el objetivo final... se diluye, se esfuma...
1 comentario:
La revolución empieza por casa, esta vez es literar.
Las mujeres salvajes no podemos negar nuestra naturaleza, cuando se es, se es.
Usted cuenta con la bendiciÓn de tener OVARIOS. Ni modo m´hijita, ni un paso atrÁs...
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